Rápido tomé aguja e hilo, cosí mi boca 

y el rasguño que la noche había hecho.

Domingo

Y se va otro domingo, otro domingo gris que se escapa, que me deja en un mar de lágrimas, que se lleva un par de sonrisas falsas que me tienen atada a un sueño que quizás no sea cumplido, otro domingo esperando por esa llamada que no llega cuando la necesito, por esos besos que no puedo olvidar.

Es otro nostálgico domingo donde el sol se fugó para dejarme con los recuerdos de tu ayer, de un pasado tan reciente, de una mirada tan feliz, de mil sueños saqueados de caricias, de ilusiones.
Tuviste que aprender y comprender lo que dice mi mirada antes de que mis labios pronuncien palabras, antes de que mi sueños se despierten; y para qué, si ya no hay más domingos...
otro domingo que se va para hundirme mañana en la rutina empedernida que me hace ser tan igual a lo que no quiero ser, tan fría, tan insensata, tan común que si me cruzas no reconocerías que soy la misma que ayer tomaba tu mano, se termina el día donde creía que en un sueño podía volver a ti, sé que es inevitable, que fue un sueño iluso como siempre, ya no hay caricias ni besos, sólo recuerdos y ansias de ti.

Como todos los domingos a éste, lo despediré esperando a que llegue el próximo para volver a soñar que te tengo entre mis brazos.